La Venganza de Gaia.
En un ventanal abierto una cortina ondeaba al ritmo de la misteriosa brisa que llega al cuarto.Con paredes adornadas con pintura azul y un mobiliario digno de un monarca la brisa llegó hasta él y avanzó por su piel, al notarla, se despierta bañado en sudor mientras un frío interno le estremece. Abre los ojos temeroso, y se hizo la luz, que emanando de la ventana abierta baña la sala. Los ojos del hombre parpadean intentando adaptarse a la luz reinante y entonces en su cama junto a él, vio a esa mujer. Al mirarla le embargo una extraña sensación, fue como aquel beso que no dio, como ese te quiero que negó. Había llegado la hora de echar cuentas y el lloró. La mujer comenzó a hablar con cierto matiz acusador y una voz melodiosa como no hay otra:
-Tu representas a todo ese horror que enferma y mata al planeta, al condenarme abortaste también tu perdón.Él consiguió gesticular:
-¿Condenarme?, qui..¿que clase de bestia eres?¿Y como te atreves a hablarme en ese tono?
La voz melodiosa de perfecta armonía vuelve resonar en toda la casa mientras sale de los labios de ella.
-Yo soy el aire la brisa y el mar, y el Amazonas querido, sangra por vuestra ambición, yo soy parte de él.
Abrió los ojos estupefacto, incapaz de pronunciar más de una palabra y una sola palabra salió de su garganta:
-Gaia
- Todo mal que me hagas a ti te los harás, pues la Tierra es tu hogar; y al igual que amar también se castigar, la venganza de Gaia tendrás- dice la mujer mientras sonríe y señala al hombre.
Y al instante la brisa vuelve a aparecer y lo levanta del suelo. Gaia se desliza con movimientos ágiles y danzantes mientras que al hombre es llevado por la brisa en volandas. La ornamentada puerta doble de madera frente a ellos es abierta por una violenta ráfaga de aire, mostrando una enorme mansión de tres pisos con un decorado con gamas que combinaban el caoba y dorado, de una exquisitez que nada tenía que envidiar al dormitorio. Estaban en el piso más alto, compuesto por un pasillo horizontal y con una barandilla, en cada extremo una escalera que baja hacia la planta inferior en la que hay un comedor ricamente amueblado con alfombras, cuadros, armarios pequeños y grandes, ademas de un enorme acuario que un día estuvo lleno, pero que en un arrebato de rabia del dueño, mató a todos los peces quitándoles el agua primero para que se ahogasen y mas tarde tirándolos; al final de la sala se encontraba imponente una gran puerta doble de más de tres metros de altura. En el centro había una larguísima mesa, la cual se jactaba tanto de tener suficientes candelabros de oro con sus respectivas velas como para alumbrar de sobra la habitación en si, como innumerables sillas. El hombre sostenido en el aire flotó por encima de la barandilla hasta encontrarse sobre una caida de tres plantas. Alzado a muchos metros de la larga mesa se vio empujado fuertemente hacia abajo por la brisa, ya más parecida al viento de un furioso huracán. Mientras bajaba en picado vio su vida desfilar ante él, vio su niñez, no se reconoció, su inocencia murió por su ambición,... la asesino, con cada acto sombrío, cuando arrasó casi un bosque deshaciéndose de la fauna quitándole sus hogares y a muchos su vida y corriendo la misma suerte la flora del lugar, solo para crear la mansión donde ahora vivía; la casi extinción de una especie al antojársele sus pieles para sus sabanas y ropajes.. Sentía como su inocencia moría, pero nunca se arrepentía de esas maldades o de las otras muchas cometidas. Su descenso paro de súbito a unos centímetros de la mesa. Un estruendo enorme sonó al final de la sala y la enorme puerta se abrió estrepitosamente. Aparecieron en su mansión un ciervo anciano y un halcón, un bosque quemado y un sauce llorón. Los arboles arrastraban sus raíces y las utilizaban en un lento pero frenético movimiento para desplazarse, el halcón sobrevolaba el grupo compuesto por cinco arboles quemados mientras que el ciervo se acercaba tranquilamente a él. Cada uno se colocó en el lugar de una silla, el ave se poso en una, el ciervo la aparto y ocupo su sitio mientras que el resto de arboles aplastaron y engulleron las suyas, seguidamente ocuparon su puesto en la gran sala. La voz de Gaia suena desde el pasillo superior, mientras la diosa madre levanta su mano dando la impresión de que agarra algo.
-Esto es un juicio y este el tribunal que ha de condenar tu usura, el ozono es el fiscal y una ballena el juez.
Por la puerta entraron una densa niebla azul que se posó sobre otra silla y una ballena que entró muy justamente y la cual iba rodeada por una burbuja de agua que la cubría entera. Gaia movió su mano y colocó a la ballena y al agua en el gran acuario. La ballena emitió un sonoro gemido y miró fijamente a el hombre.
Gaia gritar con su voz lírica.
-¡Un rio contaminado en pie!-dice la madre naturaleza y una forma humanoide constituida por un agua de un negro verdoso se forma cerca de la entrada e hizo pasar al jurado, formado por la justicia, el amor y algún pez. Una mujer con una venda en sus ojos y con balanza en mano se sentó en otra silla, un pez con unas minúsculas manos y una nariz humana creada por la contaminación se subió a otra silla, mientras tanto la madre tierra bajó y puso todo su cariño y amor en un susurro hacia una vela encendida. De la vela broto un llamarada que se transformo en un fénix, quien ocupó el lugar del amor. El hombre miró todo lo que pasaba a su alrededor sin poder creérselo. De repente un silencio mortal acudió a el gran comedor y todos los participantes del juicio cerraron los ojos, todos menos él que solo era capaz de seguir mirando con asombro a todos los allí presentes, los cuales estaban cabizbajos y con cara pensativa.
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En un rio de aguas mansas, donde tan solo el fluir es capaz de romper el silencio que reina. Los arboles se levantan a expensas del rio que gustoso vierte sus aguas en las raíces de los hijos pródigos de la naturaleza. Un pequeño animal surca el rio, con una prisa antinatural que denota que espera el peor de los augurios. Busca una nutria su amor y ve que lo acaban de asesinar, a muerto a golpes de sin razón, solo querían su piel; y no entiende por que, si ellos tienen piel matan por otra tener. Le intenta despertar, pues va a amanecer y han quedado en ver salir el sol.
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La sala esta en silencio y Gaia abre los ojos. Señala y mira a quien es juzgado con ojos de furia.
-Has de pagar y este tribunal te condena a un árbol ser, y cuando tengas solo de beber lluvia ácida tu tendrás.
Noto como el viento que lo tenía prisionero lo lanzaba, atravesó el enorme portón y se vio en un paisaje desolado sin una sola vida en kilómetros a la redonda, resultado de la devastación que el mismo causó. Se levantó y sintió que los dedos de sus pies crecían , miró asustado hacia abajo y comprobó con horror como se rompían sus zapatos de piel y de él raíces salían, su brazos se alzaron y transmutándose pasaron a convertirse en grandes ramas de las cuales otras se derivaban y formaron un árbol. Antes de que su cabeza tornara también en tronco vio a todos sus condenadores mirándole, pudo también comprobar como la naturaleza retoma lo que es suyo ya que detrás de ellos veía a su gran mansión siendo inundada por enormes arboles, gigantescos titanes arbóreos, que superaban con creces las tres plantas de las cuales estaba formada el edificio. Lo último que atisbo a ver fue la sonrisa de Gaia, pero no una sonrisa de burla si no una sonrisa de satisfacción.
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La nutria continua intentando despertar a su amado, se dio cuenta de una extraña mancha marrón en la carne de su pareja. Y la mancha se extendió de repente por todo el cuerpo, llegando hasta las patas subiendo por su hocico y cubriendo su lomo.Y la nutria lloró pues vio que su amor de nuevo tenia piel, y el sol se despertó y corrieron a ver un nuevo amanecer.
El arrollo que los vio danzó entre piedras, valles, lagos y al final desemboco en infinito horizonte azul.
Y el mar sonrió.
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Cuentan que tras una tormenta ayer, el viento derribó un árbol, y que su tronco de casa sirvió a un castor.
Mas abajo os dejo la canción......
http://www.youtube.com/watch?v=--UMloV1M9M
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