domingo, 24 de noviembre de 2013
Dejo todo y nada
Para cuando me vaya, no dejo nada arado.
Dejo mis ojos al Sol, pues los vio primero;
Lego mis lagrimas a las nubes de enero
para que lluevan sobre mi país amado;
Sobre mi álbum de fotos viejo y anticuado,
deposito mis recuerdos, los que me hicieron así.
A mi amada, por quererme y estar siempre ahí
le dejo aquellos versos que no quise reescribir.
Escritas estas líneas, por último decir
que regalo a la naturaleza, lo que quede de mi.
Unos versos que he escrito en pos de la idea de un testamento digamos poético.
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